Viajando por rutas asiáticas, en caminos de tierra roja, inundados de agua y de gente.
Camboya me da una sonrisa detrás de otra, a pesar de haber sufrido tanto, un pueblo devastado por un genocidio extremadamente brutal e injusto.
Recién hace unos pocos años este lugar está comenzando a restablecerse, imaginar que casi dos millones de personas murieron aquí hace 20 años, es terrible.
Pol Pot durante 1975 y 1979 aniquiló a todos los camboyanos que tenían algún nivel de intelectualidad o que poseyeran relojes o que se vistieran de una manera que no fuera la de un campesino. En pocos días de estar al frente del gobierno, sacó a toda la gente de Phon Pehn, la capital de Camboya, y los llevó a trabajar al campo.
Trabajaban las tierras de maneras muy precarias, muchos niños eran puestos al frente, con armas y palos, para mantener el orden.
Cuando entro Pol Pot al poder los camboyanos creían que era el final de las batallas entre vietnamitas y norteamericana en sus tierras, con lo que eso involucraba, miles de personas inocentes muertas por bombardeos norteamericanos, por ejemplo.
Sin embargo, el Pol Pot instauro la ley del año cero, y era como un restablecer de la humanidad camboyana, quería que su país se convierta en una cooperativa agrícola, solo gente campesina. Así, mato a todos los que sabían leer, escribir, hablar inglés o francés, o tener algún vínculo con personas extranjeras.
También sufre el mal de la pedofilia y de la corrupción, males terribles. Uno camina por las calles de Sihanoukville (lugar con playas bonitas) y puede observar como los turistas europeos y americanos, mayores de edad (50 a 70 años), caminan tomados de la mano con niñas de entre 15 y 20 años, el abuso y la impunidad son espantosos, casi tanto como el genocidio de Pol Pot.
Camboya también sufrió por ataques aéreos de Estados Unidos, durante la guerra de Vietnam.
El pueblo camboyano, hoy está resurgiendo, muy lentamente por supuesto. Tiene los templos de Angkor Wat y un paisaje hermoso de campos sembrados de arroz, montañas no muy elevadas pero bonitas, palmeras, playas, y por sobre todo tiene un valor humano extraordinario. Su gente es hermosa.
Recomiendo ver la película The Killing Fields.
Poi Pet - Siem Riep - Battambang - Phnom Pehn - SihanoukvilleOCTUBRE DE 2010
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